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El mundo y los negocios

04Nov

El mundo y los negocios

04/11/2025 - Iván Elliff y Joaquín Cracco

Pulsos del mercado



PARTE 1: Estado de situación

En cualquier economía que busque desarrollarse de forma sostenida, el rol del sistema financiero es clave. El mercado no es un lugar donde “se mueve dinero de un lugar a otro”, sino que es un medio para canalizar el ahorro hacia la inversión productiva. Cuanto más profundo y accesible sea ese sistema, mejor será la asignación de recursos. Esto es importante porque cuando los recursos se asignan bien, aumenta la innovación, hay más empresas que crecen, hay más empleo y, en definitiva, el país se desarrolla.

Sin embargo, la historia argentina muestra lo contrario. Se trata de un ciclo vicioso de repeticiones de “crisis → destrucciones → recuperaciones → crisis” que dejaron daños profundos en el sistema financiero. Esas repeticiones no solo destruyeron la confianza, sino que desalentaron de forma permanente el ahorro en moneda local y, en consecuencia, achicaron el apetito inversor. El resultado es un sistema chico, poco profundo, con baja penetración del crédito privado y reglas de juego que cambian todo el tiempo.

Para ello, una forma de dimensionar el daño producido es comparar el nivel de capitalización de las empresas domesticas en relación con su PBI contra otros países de la región. De esta manera, logramos tener una medida de cuánto peso tienen en la economía las empresas cotizantes. Si hacemos un poco de historia de los últimos años, y comparamos contra otros países del continente, la foto no es para nada alentadora:


Como se puede observar, durante años el peso del mercado argentino en relación con su propia economía fue considerablemente menor que el de otros países comparables. Para ponerlo en perspectiva: para alcanzar los niveles de Perú en 2020 el mercado debería haber crecido un 400%, y para alcanzar los niveles de Chile un 700%.

Sin embargo, en el último tiempo vimos algunas mejoras en este apartado. Según datos actualizados de BYMA, el volumen diario promedio “ADTV” (por sus siglas en inglés - Average Daily Trading Volume) de 2024 fue de USD 5.701 millones, con una fuerte aceleración hacia fin de año:


Esto evidencia un crecimiento sostenido de la liquidez y participación del mercado argentino en el último tiempo, aunque como vimos, aún está muy lejos de los niveles regionales más desarrollados. El desafío de cara al futuro es que esta recuperación no termine repitiendo el mismo patrón histórico, donde cada mejora es seguida por una nueva crisis. La clave es entender si el sistema financiero cuenta con las condiciones necesarias para sostener este impulso o si volverá a tropezar con las mismas limitaciones estructurales de siempre.

En este sentido, hay razones para ser optimistas. El resultado de las elecciones legislativas deja abierta una ventana de confianza sobre la continuidad de los pilares macroeconómicos básicos, ya que el respaldo político logrado refuerza la idea de que el orden fiscal y la estabilidad monetaria se sostendrán en el tiempo. Si esta estabilidad se mantiene, podría verse un flujo gradual de capitales extranjeros hacia activos locales, una consecuente reducción del riesgo país y, en última instancia, una mejora en las condiciones de financiamiento para el sector privado.

Más allá del corto plazo, lo relevante es que de darse este escenario se habilitaría la posibilidad de romper con la lógica errática que históricamente caracterizó al sistema financiero argentino. En un entorno macro más previsible no solo se estimula la inversión, sino que también se incentiva la innovación, la emisión de nuevos instrumentos, el desarrollo del mercado de capitales y una mayor intermediación del ahorro doméstico. En otras palabras, si la confianza se consolida, el mercado podría dejar de ser un reflejo de la coyuntura política para transformarse en un motor genuino de crecimiento económico.

Ahora bien, para revertir el circulo vicioso argentino e impulsar al mercado como fuente de crecimiento, se necesita que el Estado deje de absorber el financiamiento que debería ir al sector privado. Y para eso, necesita dejar de necesitar dicho financiamiento. ¿Cómo? Autoabasteciéndose por sí mismo, es decir, con superávit fiscal. Si el Estado se financia solo, se liberan recursos para que los bancos vuelvan a prestar y el mercado financie proyectos productivos. De esta manera, las tasas bajan, los incentivos se alinean, y se reconstruye confianza hacia nuestro país.

Para resumir, se necesita de:

1.              Superávit fiscal sostenido que libere recursos para el sector privado.

2.              Marco institucional previsible con reglas claras y duraderas.

3.             Reducción del riesgo país y señales que atraigan capital genuino (extranjero) de largo plazo.

En este contexto, una forma de tomarle el pulso al mercado local es a través de la empresa BYMA (Bolsas y Mercados Argentinos) ya que ocupa un lugar central como infraestructura del mercado bursátil local. La empresa opera el corazón del mercado de capitales argentino y su negocio está directamente vinculado al funcionamiento y desarrollo del mismo. Esto la convierte en un verdadero termómetro del ecosistema financiero: si el mercado crece, BYMA crece; si el mercado se contrae, BYMA también.

Por ende, la performance de BYMA no depende solo de factores internos de la empresa, sino del dinamismo general del mercado financiero local. Por eso, al analizar a BYMA también se busca entender cómo evoluciona el pulso del sistema financiero y qué expectativas de desarrollo se están construyendo (o destruyendo) hacia el futuro.

PARTE 2: Entendamos un poco más sobre la empresa

Las fuentes de ingreso principales de BYMA son las siguientes:

·         Comisiones sobre operaciones bursátiles.

·         Servicios de custodia y compensación.

·         Venta de datos de mercado.

·         Servicios tecnológicos y de conectividad.

·         Participación en entidades asociadas (MAV, ROFEX).

Este esquema proporciona una estructura sólida y diversificada, donde el volumen operado es el principal motor de crecimiento.

Entrando más en detalle, en la última publicación de resultados correspondiente al 2° trimestre del 2025 (2T25) se observó lo siguiente:



Los ingresos de la empresa alcanzaron los $14.705 MM, implicando un crecimiento del 68% frente al 2° trimestre del 2024 (2T24). Este avance refleja un aumento considerable en los volúmenes de custodia, una mayor demanda de servicios complementarios, y consolida una tendencia de crecimiento sostenido en los demás segmentos adicionales.

En cuanto a los ingresos del segmento Mercado, los mismos acumularon $32.934 MM, lo que implica un crecimiento interanual del 86% frente al 2T24. El principal motor fue Negociación C&L (contratación y liquidación) el cual aumentó un 76% y explicó más de dos tercios del incremento total. El aumento en este apartado se debió a los mayores volúmenes operados y posiblemente por una mayor rotación de activos.



En cuanto a los Datos de Mercado, se vio un alza del 56%, reflejando la expansión en suscripciones a información bursátil y servicios de data. Por su parte, la categoría Otros creció un notable 179%, debido a un aumento en ingresos por servicios complementarios y de soporte, consolidando la diversificación de fuentes dentro del segmento.

En síntesis, el análisis de los resultados financieros del 2T25 de BYMA revela lo siguiente:

           Ingresos por servicios: $63.817 millones

           EBITDA: $48.471 millones

           Margen EBITDA: 76%

           Resultado por acción: $27,49

Estos resultados evidencian un modelo de negocio robusto y con capacidad de generar rentabilidad de forma consistente.

Teniendo en mente todo lo anterior mencionado, planteemos algunos escenarios de cara al futuro. Dado el contexto macro actual (y el claro enfoque financiero del gobierno), se pueden pensar 4 escenarios hacia adelante:

1.             Escenario base: el mercado se mantiene en la situación actual. Volumen diario operado: 9.000M

2.             Escenario pesimista: contracción respecto a la situación actual. Volumen diario operado: 5.000M

3.             Escenario moderado: mejora contenida, aún por debajo de países comparables. Volumen diario operado: 15.000M

4.             Escenario optimista: el mercado converge al peso relativo de países comparables (ADVT de U$D 25.000M). Volumen diario operado: 20.000M

De tal manera, los resultados en cada escenario serían los siguientes:


Por otro lado, la empresa también se vuelve atractiva si tomamos en consideración el flujo de dividendos que otorga:


Estos datos reflejan una evolución significativa en la distribución de dividendos, con un crecimiento sostenido y rendimientos que superaran el 8% en el 2025. Por lo tanto, las potenciales ganancias no solo se deben a la revalorización del precio, sino también en los dividendos cobrados por los accionistas.

En base a todo lo anterior, queda claro que la evolución de BYMA en gran parte se debe a la evolución del mercado. Y es en este apartado en concreto donde vemos el mayor valor. La bolsa argentina, como ya mencionamos, aún está lejos de tener el mismo desarrollo que otros países de la región. Nuevamente, si medimos la participación de la bolsa en términos del PBI, llegamos a los siguientes datos:


La tabla anterior nos muestra que nuestro país podría duplicar la participación de la bolsa en la economía y aún estaríamos muy lejos de los demás países. En dicho caso, si bien las ganancias de BYMA se incrementarían de forma considerable, todavía estarían debajo de su potencial en caso de convergencia.

Para ponerlo de forma clara, planteemos 2 escenarios hipotéticos plausibles que ilustran el potencial de crecimiento del mercado argentino:

1.             Si el 10% de la población activa accede al mercado de acciones:

a.       La cantidad de inversores aumentaría en +1,4 millones.

b.      Entrarían USD 2.800 millones de flujo anual potencial.

c.       El volumen operado aumentaría un +22% desde el nivel actual.

2.             Si Argentina recupera status de mercado emergente → podrían entrar flujos institucionales por más de USD 4.000 millones

Esos dos escenarios dejan en claro que el mercado accionario argentino posee un margen de crecimiento significativo, incluso bajo supuestos moderados. El aumento de la participación de la población en el mercado y la recuperación del estatus de mercado emergente podrían generar un salto sustancial en el volumen negociado y en los flujos de capital, impulsando las ganancias de BYMA y acercando la participación bursátil sobre el PBI a niveles más comparables con la región. Si bien la evolución de la acción en el futuro estará fuertemente condicionada por el contexto político (cabe aclarar que este riesgo se disminuyó de forma considerable tras el resultado de las legislativas, aunque nunca podemos descartarlo del todo), podemos decir que de cara al futuro es razonable ser optimistas con la cotización de la empresa, sobre todo si el desarrollo financiero continúa.

En resumen, BYMA es una empresa eficiente, rentable y con gran potencial de crecimiento. Su desempeño está íntimamente ligado a la evolución del mercado de capitales argentino, lo que la convierte en una acción estratégica para capturar cualquier mejora estructural del sistema.

Nuevamente hay que destacar que el mercado argentino, dada su baja profundidad y escasa penetración en la economía real, todavía tiene un enorme potencial de crecimiento. En caso de darse dicha expansión, no será un fenómeno que “se quede solo en lo financiero”, sino que la contracara lógica será el desarrollo de una fuente de financiamiento para la economía real. Recordemos que, como dijimos más arriba, un mercado más profundo y líquido puede canalizar más ahorro hacia proyectos productivos, ampliar el acceso al crédito y dinamizar la inversión privada.

En un escenario de normalización macro, BYMA podría incrementar fuertemente sus ingresos lo cual dejaría un impacto directo en su valuación. 


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