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El mundo y los negocios

08Set

El mundo y los negocios

08/09/2022 - Natalia Colombo

Inversiones en tiempos de crisis



Argentina vive en un círculo vicioso. Déficit fiscal, inflación, atraso cambiario. En el medio, la gente que hace malabares para que sus ahorros no pierdan valor. Proponemos alternativas de inversión que busquen resguardar el poder adquisitivo (o acercarse a este objetivo).

 

Pero antes, dónde estamos parados?


Podríamos sintetizar el origen de todos los males de la economía en el elevado gasto público. Como resulta complicado aumentar la recaudación en términos reales, este exceso de gasto nos lleva a un déficit fiscal que tiene que ser financiado mediante emisión o financiamiento interno (porque externo ya no se consigue). Para colocar deuda, el gobierno debe convencer a los inversores locales y lo hace subiendo la tasa o licitando instrumentos que ofrezcan algún tipo de cobertura, como dólar linked o CER, que ajustan por inflación. En ambos casos, aumenta el costo de la deuda. En otras palabras, el gobierno emite y puede parcialmente contrarrestar esta emisión mediante la colocación de letras y bonos del Tesoro (con la emisión inyecta pesos en la economía, mientras que los absorbe en parte en cada subasta). Como la emisión es mayor, terminamos en inflación.


La inflación, dado el actual esquema cambiario de devaluación controlada, nos lleva al atraso cambiario y caída de salarios reales, provocando caída del consumo, y debilitamiento de la balanza comercial. Entonces, si somos caros a nivel internacional, exportamos menos, entran menos divisas genuinas, tan necesarias para revertir la crisis actual y comenzar un camino de crecimiento económico. Aún más, como las reservas escasean, el gobierno aplica controles cambiarios, el famoso cepo, que ajusta bastante seguido. ¿Dejan de caer las reservas? No. Se estima que las reservas netas estarían en usd 1.400 millones, muy por debajo de las usd 6.000 millones que el mismo gobierno se comprometió con el FMI a alcanzar por estos días.


El cepo lleva a la famosa brecha y distorsiones de precios relativos, los empresarios no invierten, se corta la cadena de ventas. Se observa mucho que se está reteniendo stocks, no importa la actividad. Es lógico, con alta inflación no sabés a qué precio reponés tu mercadería.

 

Al momento de invertir tenemos que mirar algunas variables:


Inflación: llevamos en 2022 una inflación acumulada del 46.2%. Pero lo que nos importa es lo que viene. La tasa esperada para los próximos 12 meses es del 94%. Este año cerraríamos con una inflación del 90%.


Tipo de cambio: el oficial subió, en lo que va del año, 35%, muy por debajo de la inflación y se espera en el mercado de futuros una devaluación en términos anuales del 110%. Respecto al mep, subió desde enero un 45%, ubicándose en zona de $280. Se espera que permanezca estable sin grandes sobresaltos por lo menos por algún tiempo. El consenso lo ubica en torno a los $ 300. Todo dependerá de las señales del gobierno y la ejecución de políticas prometidas por Massa.


Tasas en pesos: los plazos fijos rinden 69.5% anual, mientras que las leliqs (sólo para bancos) pagan 88%. Es de esperar que, si el dólar se escapa, las tasas vuelvan a ajustarse al alza.

 

Entonces, dónde invertimos? Creemos que cada inversor es único dados sus objetivos y tolerancia al riesgo, pero presentamos distintos instrumentos que ofrecen rendimientos interesantes para que el lector pueda conocer y elegir cuál se ajusta a su perfil.


Dentro de las alternativas en pesos siempre preferimos los instrumentos que ajustan por inflación (UVA y CER). Si bien el plazo fijo tradicional ofrece una interesante tasa, no nos convence ya que si aumenta la inflación incurrimos en tasas reales negativas.



El plazo fijo UVA es un instrumento ofrecido por bancos que pagan UVA + 1% a un plazo de 90 días. La desventaja es no contar con liquidez hasta su vencimiento, pero son fáciles de instrumentar y de entender, ya que el rendimiento es conocido de antemano. Actualmente, muchos bancos han limitado este producto.

 

Las letras y los bonos CER son similares. Son emitidos por el Tesoro Nacional y pagan inflación medida por CER más el rendimiento del papel medido a través de la TIR. Tienen mercado secundario, es decir, puedo venderlos en caso de necesitar liquidez. Actualmente rinden tasas negativas dada la alta demanda. ¿Pero quién compra un papel que rinde tasa negativa? El inversor que busca cobertura contra la inflación, que busca liquidez (porque no quiere atarse a un plazo de 90 días, por ejemplo, como pasa con el plazo fijo UVA). Esa cobertura y esa liquidez tienen un costo: la TIR negativa. La diferencia entre letras y bonos es el plazo al vencimiento: mientras las letras tienen como vencimiento máximo un año, los bonos son a mayores plazos (hay emisiones hasta 2028).

 

Por último, tenemos los fondos comunes de inversión inflation linked que invierten en activos CER, UVA. El principal beneficio es que se delega al portfolio manager la gestión activa de la cartera. El problema es que, ante un rescate masivo, se convalidan pérdidas ya que los activos se deben vender para cumplir con esas solicitudes.

 

¿Qué instrumento elijo? Dependerá de las preferencias del inversor. Alguno preferirá lo conocido y seguro, eligiendo plazo fijo, mientras que otros, que buscan liquidez se posicionarán en letras. El inversor debe ponderar tasa, plazo, riesgo, liquidez.

 

En dólares preferimos riesgo privado y moneda dólar. Por eso sugerimos obligaciones negociables. Al igual que los bonos soberanos, al momento de su emisión se especifica el monto, la moneda, el tipo de interés que devengarán (fija o variable), la forma y fecha de pago. Antes de invertir, ya se conoce el interés que se ganará.





Natalia Colombo

Asesora financiera

info@nataliacolombo.biz

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