02Oct
Me gusta el campo
02/10/2022 - Ignacio Iriarte
El precio de la hacienda espera por las lluvias para recuperar terreno
La oferta
comenzaría a bajar en noviembre; mientras tanto, las cotizaciones a valores
reales siguen perdiendo contra la inflación.
La foto muestra una oferta ganadera creciente, a causa de la seca y un alto nivel de ocupación que tienen todavía de los feedlots.
El
mayor volumen de carne librado al mercado está yendo en su mayor parte al
consumo interno, que absorbe ese volumen adicional, pero a costa de un valor
para la hacienda y para la carne un 25-30% inferior al de cinco meses atrás.
La exportación ha dejado de
ser el factor dinámico que resultó ser en los últimos dos años: los precios de
la Hilton y de los cortes que se destinan a China han caído un 30% en pocas
semanas, dejando expuesto el brutal atraso cambiario acumulado en los últimos
dieciocho meses.
Los buenos precios
internacionales compensaron durante dos años el notable atraso cambiario.
China, que absorbe 80% de nuestros embarques, ahora no sólo paga menores
precios, también está comprando menores volúmenes.
Para que los precios de la
hacienda se recuperen, aunque sea parcialmente, es necesario que llueva en
forma generalizada y que se corte esta sobreoferta creciente de ganado, tanto
de gordo como de invernada.
Para que no se agrave la
situación de las exportaciones, es necesario que China cambie su política de
Covid-19 con tolerancia 0, y que las compras de este país –aún con precios
bajos– permitan absorber el aumento en la oferta de carne que se está
registrando en la Argentina a causa de la seca.
Los operadores más
optimistas piensan que para noviembre habrá menos oferta de los feedlots,
que volverán las faenas con destino a Israel, que los precios y volúmenes de la
carne que va a China habrán tocado un piso y que probablemente gran parte del
país habrá recibido algunas lluvias.
Una oferta alta, y una
inflación descontrolada, están destruyendo en pocos meses la mayor parte de los
avances logrados en el 2020-2022.
COTIZACIONES, POR DETRÁS DE LA INFLACIÓN
En los últimos cinco meses,
el precio de la hacienda (gordo e invernada) ha sufrido un fuerte retroceso en
términos reales.
En
el caso del novillito (300-390 kg) tocó los $350 por kilo a mediados de abril,
por lo que los precios actuales registran una baja del 32% en términos reales.
También cae el precio del
ternero de invernada, que declina sólo un 20%, al experimentar en las últimas
semanas una recuperación -en términos nominales y reales- por la escasez
estacional.
También cae, pero menos que
la hacienda de consumo, otra categoría que venden los criadores, la vaca
conserva, siendo los valores actuales de la conserva un 15% inferiores -a
moneda constante- que los precios que se obtenían a fines de abril. También en
los últimos cinco meses, cae el precio del novillo Hilton un 22% a moneda
constante.
En la última década, pero de
modo más marcado en los últimos cuatro años, los precios reales del ganado
logran su máximo anual en marzo-abril, para declinar -suavemente- en los meses
posteriores, hasta recuperarse en noviembre, cuando empieza a faltar ganado
proveniente de los feedlots.
Este año, el deterioro de
los precios reales a partir de marzo-abril se aceleró, con una inflación de
entre cinco y siete por ciento mensual que erosiono rápidamente los altísimos
valores de la hacienda del otoño pasado.
El mercado doméstico registraría en noviembre una recuperación de las cotizaciones corrientes, pero se teme que el salto de valores no podrá equiparar el salto inflacionario acumulado entre marzo-abril y noviembre.
Hoy, tanto el mercado de
hacienda liviana de consumo, como el mercado de ganado para exportación esta
sobreabastecido, y cuesta proyectar una mejora importante en los precios reales
para los próximos meses.
Los precios del ganado deberían tener un aumento importante primero, para recuperar el terreno perdido, pero después tendría que mantener esa mejora con subas mensuales del 6-7%, para no volver a atrasarse en términos reales.