
13Oct
Informes de Salvador Di Stefano
13/10/2022 - Julieta Colella
2023: año de recesión
El surgimiento del COVID a nivel
mundial desencadenó una serie de problemas sociales, económicos y políticos en
la gran mayoría de los países. Sin embargo, la pandemia fue como una gran
inundación, en donde las peores consecuencias surgen a medida que el agua
comienza a irse.
Durante la salida de la pandemia,
a medida que la economía mundial volvía a la normalidad, los problemas
escalaron. El aumento de la inflación dejó de considerarse como un problema
transitorio, para pasar a tratarlo como un problema permanente; cada vez fueron
más los Banco Centrales que reaccionaron a los problemas monetarios y la
escasez de oferta y los cortes de cadenas de suministro se profundizaron. Como
si fuera poco, durante el mismo período, se desencadenó otro Cisne Negro; la invasión de Rusia a
Ucrania obligó a la economía mundial a retroceder varios casilleros, generando
nuevos conflictos a escala global.
En este contexto, recientemente,
el Fondo Monetario Internacional presentó sus proyecciones sobre la economía
mundial para el año 2022 y 2023. Si bien el pronóstico de crecimiento mundial
para este año se mantuvo en 3,2%, después de haber crecido un 6,0% en el año
2021, la proyección para el próximo año disminuyó a 2,7%, representando 0,2
puntos porcentuales menos a lo pronosticado por el mismo organismo en el pasado
mes de julio. Al parecer, la desaceleración económica en 2023 será generalizada.
Sin titubear el FMI planteó que “lo peor
aún está por llegar”, y para muchos países, el año 2023 se sentirá como un año
de recesión.
Argentina no será la excepción.
En el año 2020, la economía argentina se contrajo 9,9%. Se pensaba que al país
le llevaría varios años recuperar dicha caída, sin embargo, al año siguiente,
logró crecer a una tasa del 10,4%, recuperando con creces lo perdido el año previo.
Con respecto a las perspectivas de crecimiento para este año hay pensamientos
encontrados. Según el FMI y el Relevamiento de Expectativas de mercado (REM),
Argentina podría crecer un 4,0%. Desde nuestro punto de vista esa proyección es
muy optimista. Creemos que el producto bruto interno podría crecer en torno a
un 2,0% o 1,5%, fundamentalmente gracias al arrastre estadístico positivo del
año anterior. Con respecto al año 2023, el FMI cree que Argentina podría
expandir su economía un 2,0%, mientras que desde nuestra óptica, el PBI podría
llegar a contraerse un 1,0%. No olvidemos que el año próximo es año electoral,
situación que complejizará el escenario.
Hoy por la tarde el INDEC dará a
conocer el dato oficial de inflación minorista al mes de septiembre. El propio
Ministro de Economía, Sergio Massa, le adelantó al Fondo Monetario
Internacional que la inflación de septiembre oscilaría entre el 6,0% y 7,0%.
Consultoras privadas y el REM prevén que será 6,8%. En cualquier caso, la
inflación anualizada ascendería al 85,0%. Para que, a diciembre, la inflación
no supere los 3 dígitos, deberíamos experimentar inflaciones mensuales por
debajo del 6,0% de acá a fin de año, lo cual vemos casi imposible que suceda,
por lo que, podríamos decir, que la inflación anual del 100,0% para diciembre
estaría garantizada.
Hasta ahora el Banco Central
venía implementando la siguiente estrategia. Una vez el INDEC informaba el dato
de inflación, las autoridades del BCRA se reunían para decidir si subían o no
la tasa de interés y cuánto. Esa decisión se tomaba en base a la inflación
pasada. A partir de ahora, el Banco Central empezará a considerar la inflación
futura para la decisión de movimiento de tasa de interés. Dicho dato lo tomará
del REM. Según el último relevamiento, publicado el pasado 6 de octubre, en promedio,
la inflación anual a 12 meses sería del 94,0%. En ese caso, al comparar dicha
tasa de inflación con la tasa de interés efectiva que actualmente el BCRA le
ofrece a los ahorristas, la cual supera el 100,0%, el pensamiento de las
autoridades del Banco Central podría ser que dicha tasa es positiva, por lo que
no tendría motivo para subirla nuevamente. Por lo tanto, según lo planteado
hasta aquí, es probable que la entidad monetaria no modifique las tasas de
interés.
Hasta ahora el Banco Central
venía subiendo la tasa de interés en pesos para incentivar a los ahorristas a
volcar sus excedentes de dinero a instrumentos en pesos y que dicha liquidez no
vaya hacia los dólares alternativos. Si, a partir de ahora, decide no seguir
aumentando la tasa de interés, es probable que los inversores cambien de estrategia
y muevan su liquidez hacia inversiones en moneda extranjera.
Hablando de estrategias, el
gobierno continúa con el plan de implementar distintos dólares. El día jueves
se implementó la medida del llamado Dólar
Qatar, tipo de cambio que se construye de tomar el dólar oficial más impuestos:
30% Impuesto PAIS + 45% percepción a cuenta de Impuesto a las Ganancias + 25%
percepción a cuenta de Bienes Personales. Actualmente dicho dólar asciende al
valor de $314,50. Automáticamente ese precio se convirtió en un nuevo piso o
valor de referencia para los dólares alternativos, los cuales, por el momento,
cotizan en: $296 informal, $299 MEP y $313 CCL.
Por lo tanto, entre las nuevas
restricciones al acceso de divisas, más los dólares diferenciales que surgen,
sumado a la posible estrategia del BCRA de no subir la tasa de interés en
pesos, es que validamos una posible suba de los dólares alternativos de acá
hacia fin de año.
Conclusiones
. – El FMI prevé una desaceleración
generalizada para el año próximo. En promedio la economía mundial crecería 3,2%
este año y 2,7% el año próximo. Si bien la proyección para este año es la misma
que en publicaciones anteriores, la del año 2023 ha descendido y no descartamos
que la vuelvan a modificar a la baja.
. – Más allá de la diferencia
entre las proyecciones del FMI y las nuestras para Argentina, el país seguiría
la misma tendencia que el resto de los países del mundo. Este año crecería
menos que el año pasado, y el año 2023 menos que el año 2022.
. – La inflación en septiembre se
ubicaría entre el 6,0% y el 7,0%, lo cual daría una inflación anual en torno al
85,0%. Para no llegar a una inflación de 3 dígitos, de octubre a diciembre,
habría que experimentar inflaciones mensuales por debajo del 6,0%, situación
casi imposible de cumplir, por lo que la inflación por arriba del 100,0%
estaría garantizada.
. – Es probable que el Banco
Central modifique su estrategia. En vez de aumentar la tasa de interés según la
inflación pasada, puede que empiece a considerar la inflación futura, dato que
tomaría del Relevamiento de Expectativas de Mercado. De ser así, consideraría
una inflación anualizada para los próximos 12 meses del 94,0%, inferior a la
tasa efectiva que ofrece actualmente. Por lo tanto, como la tasa efectiva sería
positiva contra la inflación futura, optaría por no subir la tasa de interés.
De ser así, es probable que los inversionistas también cambien sus estrategias
y desarmen sus posiciones en pesos para virar a instrumentos en moneda extranjera,
empujando a la suba las cotizaciones de los dólares alternativos.