
10Nov
Informes de Salvador Di Stefano
10/11/2022 - Julieta Colella
¿El 2023 también está perdido?
Las cartas ya están jugadas y el
año 2022 está en tiempo de descuento. Las miradas del gobierno, oposición y del
mercado están puestas en lo que puede ocurrir en materia económica, política y
social durante el año próximo. Incluso, muchos miran al año 2024, asumiendo que
el 2023 también está perdido.
Con respecto a las perspectivas
de crecimiento de la economía argentina para este año, las proyecciones oscilan
entre 4,0% y 5,0%. En su última publicación, el Fondo Monetario Internacional
estimó una tasa de crecimiento del 4,0% para Argentina. Según el Relevamiento
de Expectativas de Mercado, publicado recientemente por el Banco Central, la
media de analistas coincide en que el PBI crecería 4,8%. Por su parte, algunas
consultoras privadas, como FIEL, hablan de una expansión del 5,0%. Sin embargo,
estos mismos analistas plantean que, a pesar de que la economía crecería, dejaría
un arrastre negativo para el año próximo de 1,8% aproximadamente.
Asumiendo estas proyecciones como válidas, quisimos ver cómo quedaría la evolución del EMAE (Estimador Mensual de Actividad Económica), publicado por el INDEC, el cual permite anticipar las tasas de variación del PIB trimestral. Actualmente el EMAE está informado hasta agosto de este año. El índice quedaría de la siguiente forma:
Según estas estimaciones, podemos
observar cómo la economía empezaría a desacelerarse a partir del tercer
trimestre. El hecho de que el arrastre estadístico sea negativo para el año
próximo significa que, de mantenerse igual la evolución de las principales
variables durante el 2023 a como estuvieron en el 2022, el 2023 se contraería
1,8%. La evolución de la economía debería ser altamente favorable para mostrar una
tasa de variación positiva, debido a que tendría que contrarrestar el impacto
negativo del año anterior, situación que vemos muy poco probable, considerando
que nos enfrentamos a un año electoral. Por tal motivo, se prevé una
contracción de la economía del orden del 3,0% para el año próximo.
De persistir el desorden macro y
microeconómico, la economía argentina tiene garantizada un desempeño débil,
alta volatilidad e incertidumbre y estancamiento o caída de la productividad y
los ingresos.
Si bien el objetivo de Sergio
Massa como Ministro de Economía era poner orden en las cuentas públicas y
estabilizar la economía, los resultados positivos que el programa de Massa
viene mostrando son transitorios porque están basados en decisiones aisladas, que
no generan soluciones de fondo a los problemas estructurales del país. Por tal
motivo, el gobierno que asuma la presidencia el año próximo, sea del partido político
que sea, deberá redoblar los ajustes durante el 2024.
Como si la situación interna no
bastara, el contexto internacional tampoco ayuda. La recesión generalizada de
las principales economías del mundo así como el endurecimiento de las políticas
monetarias para controlar la inflación actúan como anclas que empujan al país a
un escenario bajista.
Hablando de inflación,
recientemente se dio a conocer el dato de inflación en Estados Unidos, el cual
resultó más bajo que el mes anterior. En término interanual subió al 7,7%, por
debajo del 8,2% de septiembre y del 8,0% esperado, lo que confirma la
ralentización en el ascenso de los precios. El IPC mensual subió un 0,4%, igual
que el mes de septiembre y por debajo del 0,6% esperado para octubre. Estos
datos confirmarían la tendencia de que la Reserva Federal incremente la tasa de
interés en 50 puntos básicos, en vez de en 75 puntos básicos, como apuntaban
algunos analistas.
Puertas para adentro, conoceremos
el dato de inflación el próximo martes 15 de noviembre. Si bien se creía que
podía ubicarse entre el 6,0% y 7,0%, actualmente se espera esté más cerca del
7,0%. Días atrás conocimos el dato de inflación de la Ciudad de Buenos Aires,
dato que permite anticipar el dato nacional. Si bien no suelen coincidir, generalmente
el IPC Nacional se ubica 0,2 puntos porcentuales por arriba o por debajo de la
inflación de CABA. En este caso, la inflación en la Ciudad de Buenos Aires fue
del 6,8%, por lo que el IPC Nacional podría oscilar entre 6,6% hasta incluso
superar el 7,0%.
En un reportaje televisivo,
Sergio Massa declaró que el objetivo de su gestión es bajar la inflación para
el año próximo. En línea con dicho objetivo expresó que el plan es alcanzar una
inflación mensual de 3,0% para diciembre 2023. Recordemos que en el Presupuesto
Nacional establecieron una inflación de 60,0% para todo el año 2023. Según el
propio Sergio Massa dicho valor es una meta optimista. Según el resto del
mercado es algo prácticamente imposible de conseguir considerando que este año
terminaríamos con una inflación superior al 100,0%.