15Nov
Gente joven
15/11/2022 - Gente joven
Las pymes se suben a la economía de la regeneración
Entendieron que es necesario
repensar sus modelos de negocio para seguir en carrera ¿Qué están haciendo?
¿Cómo?
Como humanidad, el mayor desafío
implica dar respuesta a los problemas sociales y ambientales a gran escala. A
la fecha, el 80% de los bosques nativos del mundo han desaparecido. Cada año se
desperdician 1300 millones de toneladas de alimentos y 2 millones de personas
sufren hambre. Ya no alcanza con la sustentabilidad.
En este escenario, empiezan
a surgir otras ideas que buscan dejar al mercado en el lugar de intercambio que
debe ser, pero nutrirlo de la ética y los valores.
Entre algunas de las
características que tienen, las nuevas economías ponen al ser humano, la
sociedad y el planeta en un lugar central. Tienen una mirada de triple impacto,
es decir que contemplan que todas nuestras decisiones tienen un impacto social,
ambiental y económico. En este nuevo modelo, la empresa deja de ser un
actor más para pasar a jugar un rol protagónico en la solución de problemas
ambientales y sociales.
Existen más de 25 mil millones de empresas en el mundo. Luego de la familia, el mayor número de organizaciones humanas son las empresas -entendiendo que empresa es, desde el kiosco y el vendedor ambulante, hasta la multinacional-. Viéndolo de esta forma, analizan que es inevitable pensar en que las empresas pueden ser grandes actores de cambio si redefinen el sentido del éxito que persiguen.
El primer paso para que una
empresa empiece a transitar un modelo de negocio de triple Impacto es medir su
impacto. "Lo que no se mide no se gestiona", destaca.
Entre las empresas de triple
impacto, surgen las Empresas B, compañías que se comprometen públicamente, a
través de una certificación internacional, a transitar camino de gestión de
triple impacto y mejora continua. En Argentina ya hay 186 empresas certificadas
y más de 45.000 empresas se midieron a través de la Evaluación de Impacto B en
la región.
Al respecto, en Cook-Master, comparten que su negocio se orienta a brindar soluciones de alimentación a grandes comunidades,
con especial foco en grupos vulnerables. Este foco, si bien no es excluyente,
marca el carácter y propósito de su compañía.
Y continúan con que el desarrollo
de procesos en el marco de un sistema de gestión certificado, la incorporación
de tecnología y la capacitación de nuestro personal junto con el
involucramiento de nuestra cadena de valor son aspectos centrales para asumir
el desafío de lograr un manejo del negocio ambientalmente responsable.
Su empresa nació hace
12 años persiguiendo el sueño de encontrar una solución al problema ambiental
causado por las bolsas desechables, comentan desde Ecofactory, una empresa B certificada con el compromiso
estatutario de hacer su trabajo dando empleo a todos los sectores sociales. El 95% de sus empleados son parte de algún sector con dificultades
para conseguir empleo ya sea porque tienen capacidades diferentes o porque no
tienen terminados los estudios básicos obligatorios.
Ecofactory desarrolló una
innovación tecnológica que permitió la producción de bolsas ecológicas
reutilizables en gran escala y a precios razonables desde Argentina para el
mundo. Hoy tiene presencia en más de 12 países de Latinoamérica.
Por su parte, desde Gire, lo
primero que tiene que suceder es que quienes toman decisiones de la compañía
estén alineados con una lógica de gestionar negocios desde la mirada del triple
impacto, para que luego el resto de la compañía entienda que ese es el camino. El principal desafío es generar el mindset de triple impacto en todas las
tomas de decisiones diarias y estratégicas.
El 52% de las sucursales de
RapiPago, principal unidad de negocio de Gire, están insertas en contextos
socioeconómicos vulnerables, y dado el modelo de franquicia con bajos
requisitos de ingreso, es posible que, con muy poca inversión, cualquier
persona pueda acceder a una forma de generación inmediata de ingresos. Estar presentes en comunidades con contextos socioeconómicos vulnerables
nos permite acercarles servicios a las personas de barrios donde otras empresas
de servicios financieras no llegan.
Desde Ondulé,
cuentan que esta empresa de juguetes surgió convencidos de que tenían que crear
una marca, pero no a cualquier costo. Es decir, decidieron crear algo que
beneficiara a toda la sociedad, desde sus productos, la forma que lo
hacían y la construcción de una cadena de valor que empoderara a sus
integrantes.
Familia Salas es un proyecto que
nació en 2008. Diez años después sus dueños cumplieron el sueño de elaborar sus
vinos en su propia bodega orgánica, y hoy producen más de 40 mil botellas
anuales. Tanto los viñedos y la bodega, como todos sus vinos cuentan con
certificación orgánica, según las normas Internacionales de Producción
Orgánica.
Desde la
bodega, detallan que lo medioambiental es un enfoque integral que, por
ejemplo, les llevó en 2021 a cambiar nuestro sistema de riego para cuidar aún
más el recurso hídrico disponible en la provincia de Mendoza. Pasaron del riego
superficial por surcos a riego por goteo, que permite aprovechar el agua al máximo
evitando filtraciones. La bodega planea en el corto plazo instalar una
planta solar fotovoltaica para cubrir la demanda eléctrica total del
emprendimiento, tanto para la bodega como en los viñedos.
El foco en la sustentabilidad vista desde lo económico, social y ambiental lo tienen como parte de nuestra estrategia desde hace varios años dicen de Vinventions Sudamérica. Lo tienen internalizado, es un proceso continuo, donde uno va alcanzando metas que a su vez se van renovando y volviendo cada vez más desafiantes. Para ello, debe existir la decisión desde los accionistas para dar soporte a la gerencia en la definición de la estrategia y que la misma contenga la sustentabilidad como parte de ella, y luego comunicar a todo nivel de la organización la importancia de la sustentabilidad.
EL SALTO A LA REGENERACIÓN
La regeneración se basa en la
idea de que necesitamos desarrollar reglas integrales para llegar a una
relación restauradora entre la humanidad y los ecosistemas de los que obtenemos
recursos para nuestro sustento. Desde la mirada de las empresas, la
economía regenerativa los desafía a pensar en una evolución de la lógica
tradicional del RSE, que le devuelve a la sociedad con acciones aisladas.
Implica utilizar la fuerza del mercado para resolver los problemas ambientales
y sociales.
En CooK-Master opinan que transformar una organización a partir de la sostenibilidad, aunque pueda
implicar cambios, crea valor y genera beneficios que pueden ir desde
ahorros energéticos hasta legitimidad social y apoyo local para operar.
La humanidad llegó
a un punto de crisis en el ámbito social y ambiental. Frente a las diversas
problemáticas, el modelo de triple impacto, entre otros, promueve acciones como
una economía regenerativa, generar acciones para proteger el medio ambiente,
manejar de manera coherente la segregación de residuos y demás. Si estas
acciones no tuvieran lugar las brechas seguirían expandiéndose y el medio
ambiente seguiría destruyéndose, al igual que todos los recursos naturales del
planeta.
Las empresas que no
apuesten por este modelo, van a ir perdiendo oportunidades y quedando
relegadas, debido a los nuevos tipos de negocios que se van creando por todo
este movimiento y porque los consumidores están exigiendo más compromiso a las
empresas.
La gestión de negocios
desde la mirada del triple impacto hoy es un diferencial de negocios, pero en
breve va a ser la variable que determinará qué compañías sigan subsistiendo o
cuáles no.
Ser sustentables ya no es suficiente, los desafíos planetarios exigen revertir las crisis en la que estamos inmersos. Y hablar de regeneración nos lleva a preguntarnos cómo nuestras decisiones, nuestro accionar, puede contribuir a revertir situaciones de pobreza, de contaminación, de inequidad. Hacer el menor daño posible o simplemente no hacer daño, ya no es opción.