14Dic
Informes de Salvador Di Stefano
14/12/2022 - Salvador Di Stefano
El clima como determinante de la economía
En los últimos 13 años
tuvimos 7 años de sequía, esto nos lleva a un cambio económico y político para
el año 2023. Fernando De La Rúa fue el político con todos años niña
en su paso por el poder, se tuvo que ir antes de tiempo. La crisis del año 1989
estuvo precedida de un año niña. La sequía del año 2018 le
cambió el rumbo al gobierno de Mauricio Macri. Enterate en esta nota lo que
viene para el año 2023.
El clima es determinante de la actividad económica en la Argentina. Tomando la serie desde la campaña agrícola del año 1952/53, las últimas 70 campañas nos dejaron como resultado 26 años niño, 24 años niña y 20 años neutrales. La campaña 2022/23 sería niña pero aún no podemos tipificar su intensidad por ello no está en el cuadro anexo.
Para dar una idea general,
el evento “La Niña” es un enfriamiento de las aguas del océano Pacífico
central, que genera una circulación de la atmósfera que es netamente negativo
en la distribución de humedad sobre nuestro país.
Toda la porción central y
este de Argentina se ve perjudicada en un gran detrimento en el ingreso de
humedad sobre la región, por lo que los eventos “La Niña” están asociados
a sequías sobre el sudeste de Sudamérica (incluyendo zonas de Paraguay, Uruguay
y sudeste de Brasil). Además, al ser un ambiente más seco, también es más
vulnerable a la variabilidad térmica, por lo que se potencian las olas de calor
durante los períodos de verano y aumenta la frecuencia de heladas en el período
del invierno, sumándole el mayor riesgo de tener heladas tempranas y tardías, que,
combinado con la sequía, son golpes letales para la producción agropecuaria.
En contraposición, el evento
“El
Niño” es un calentamiento en el Pacífico central, que genera una
circulación y distribución de humedad que promueve la situación inversa a la niña,
potenciando los niveles de lluvia sobre la región productiva agropecuaria del
país.
Resulta interesante observar
que los eventos climáticos niña fuerte dejaron secuelas muy
negativas para la economía, ya que fueron la antesala de la crisis de los años
1976, 1989, 2001, 2008, 2018 y en la actualidad atravesamos 3 eventos niña
seguidos.
Los eventos climáticos
negativos trajeron consigo cambios políticos y crisis económicas que dejaron al
país y a la sociedad con heridas muy profundas, dada la gravedad emergente de
las mismas.
Si miramos desde el año 2011 a la fecha observamos que, en los últimos 13 años, tuvimos 7 eventos niña, 3 eventos neutros y 3 eventos niño. Recordemos que no crecemos desde el año 2011, y salir de años de eventos niña nos lleva más de un año, con lo cual podríamos proyectar que el año 2023 está llamado a no crecer (tercer año consecutivo de sequía), pero un año neutro o niño en la campaña 2023/24 no nos asegura crecimiento, ya que el campo tendrá que recuperar el terreno perdido, y tal vez nos devuelva un mayor crecimiento la campaña 2024/25 si todo hace pensar que volvemos a un año benigno en materia climática.
Si miramos la evolución
desde el año 1970 a la fecha, podemos ver que, con el retorno a la democracia,
Raúl Alfonsín fue beneficiado por el clima, aunque hizo una mala gestión económica.
Sin embargo, Carlos Menem estuvo más impactado por años neutros y niña,
con un resultado de gestión económica distinto al de Raúl Alfonsín, ya que tuvo
más años de crecimiento.
La antesala del año 2001 estuvo plagada de años niña y esto generó una de las crisis políticas y económicas más importantes de Argentina. Fernando De La Rúa no supo lo que es un año niño o neutro en su gestión, y tuvo que abandonar el cargo antes de que expire su mandato.
Si miramos más atrás en el tiempo, entre el año 1950 y 1970 tuvimos solo 5 eventos niña, un clima muy favorable que evidentemente el país no supo capitalizar.
Sobre 25 eventos niña
un total de 7 se dieron en los últimos 13 años, algo que no se observa en el
resto de la serie histórica que parte desde el año 1950 a la fecha. Los mayores
impactos de la sequía se notaron en el año 2018 bajo la presidencia de Mauricio
Macri y los 3 eventos niña consecutivos que vivimos en la
actual coyuntura.
Evidentemente hay una
correlación entre el clima, la economía y la política, si seguimos dicha
correlación estaríamos en la presencia de un cambio político de magnitud para
las próximas elecciones presidenciales en el año 2023, y la salida de esta
crisis sería muy lenta como ocurrió cuando las sucesiones de estos eventos
impactaron en el país. Te llevará, como mínimo, dos años recuperarnos, siempre
y cuando las condiciones climáticas de sequía no se repitan.
Conclusión
.-Argentina es dependiente de
las exportaciones agropecuarias, estas le aseguran un flujo de dólares que le
permite tener fluidas importaciones, ingresos fiscales importantes a través de los
derechos de exportación y otros impuestos, y un crecimiento de la actividad económica
en general. Esta correlación de clima y evolución del PBI deja a las claras que
con buen clima los gobiernos tienen más chances de ser exitosos y con mal
clima, como el caso de Fernando De la Rúa, hay malas perspectivas.
.-Las sucesiones de años niña
dejan al mercado muy frágil en materia financiera y económica, con lo cual la recuperación
podría darse en dos campañas, no hay una salida inmediata de la crisis.
.-Los eventos climáticos niña
traen como correlato cambios políticos y económicos muy importantes para el
país, no estamos exentos de que ello ocurra en esta oportunidad.
.-El clima es determinante en
la economía agropecuaria y la evolución de las cosechas determina la
continuidad o caducidad de los ciclos políticos.
.-El próximo presidente
debería, como primera medida, asegurar la campaña agrícola, ya que un revés
climático podría terminar con su carrera política. Casi que el seguro agrícola
debería ser un seguro de continuidad política para el presidente. A pesar de que
la correlación sea tan clara, clima, economía y política, los políticos que
llegan a la presidencia nunca se ocupan de este tema, soslayan los problemas
climáticos y la importancia del campo en la economía y política.
.-Para los próximos años se
espera un crecimiento de las exportaciones energéticas y mineras, sin embargo,
en el mientras tanto, seguirán siendo predominantes las exportaciones
agrícolas, ojalá esta nota sirva de reflexión a la clase política para poder
generar acciones que le permitan al sector tener un seguro climático que le
quite volatilidad a la economía del empresario agropecuario.
.-Muchas veces políticos
desinformados presionan al campo con más impuestos, pero no ven que sus ventas
están atadas a variables incontrolables como el clima, en los últimos 13 años,
en 7 los eventos niña generaron merma de ventas que hicieron irreparable la
ecuación económica.
.-La sucesión de 3 años niña
merece que el gobierno ayude con planes financieros que le permitan al hombre
de campo reestructurar pasivos para las próximas campañas, tener la posibilidad
de revancha y que le permitan el país tener cosechas récord que impulsen el
crecimiento.
Salvador Di Stefano y Leo
Debenedictis