
15Dic
Informes de Salvador Di Stefano
15/12/2022 - Julieta Colella
El dudoso dato de inflación
El gobierno se enfrentó a un
examen difícil de aprobar. En una de las últimas licitaciones del año se vio en
la obligación de conseguir financiamiento del mercado interno por $ 412.000
millones aproximadamente. Sin embargo, el mercado dudaba que el gobierno lo
fuera a lograr.
Finalmente el examen fue aprobado
y la licitación resultó todo un éxito. El gobierno consiguió $ 770.000
millones, monto que permitió cubrir todos los vencimientos y que, además, dejó
un saldo positivo de $ 358.000 millones. La particularidad de esta licitación,
que en verdad es una tendencia que se viene repitiendo en las últimas
licitaciones, es que el mercado le prestó a cortísimo plazo y a tasas muy
elevadas. Por ejemplo, la Letra de Descuento, con vencimiento el 31 de marzo de
2023, recibió $ 303.000 millones, acaparando el 40,0% de los fondos totales, a
una tasa efectiva anual de 117,4%, rendimiento récord que empujará al resto de
las tasas vigentes en el mercado hacia arriba. En contraposición, el Bono del
Tesoro, con vencimiento en noviembre de 2027, fue el instrumento más largo, el
cual únicamente recibió el 1,4% de los fondos invertidos.
Si bien resulta positivo que el
gobierno pueda financiarse a través del mercado interno y no tenga que, por
ejemplo, recurrir a la emisión monetaria ya que, la opción de conseguir
financiamiento del exterior no está habilitada para Argentina, lo que no
resulta óptimo es la forma en la que el gobierno se está endeudando. Licitación
tras licitación fue creciendo el stock de deuda interna, con vencimientos al
año que viene y a una tasa muy alta. El año próximo el gobierno deberá hacer
frente a un nivel de deuda que le será sumamente difícil de cumplir.
Por otro lado, el hecho de que
ofrezca tasas tan altas, cercanas al 120,0% anual, anticipa lo que puede llegar
a ser la inflación futura. Con estos niveles de tasa, como mínimo, deberíamos
esperar experimentar una inflación anual similar en algún mes del año 2023.
Cada vez queda más lejos el objetivo, un tanto irrealista, del Ministro de
Economía, Sergio Massa, de alcanzar una inflación anual del 60,0% durante el
año 2023.
Con respecto a la inflación,
recientemente el INDEC dio a conocer la inflación mensual al mes de noviembre.
El objetivo del gobierno era que la inflación mensual comenzara con el número
5, después de cuatro meses durante los cuales osciló entre 7,4% y 6,2%. Si bien
era un objetivo difícil de alcanzar, muchos analistas planteaban que podría ser
5,9%, lo cual hubiera sido un éxito para el gobierno. Sin embargo,
sorpresivamente para todas, la inflación mensual no solo que fue inferior a los
meses anteriores, sino que comenzó con el número 4. El dato oficial fue 4,9%.
Hacía desde febrero de este año que no experimentábamos una inflación mensual
en ese nivel.
Este valor mensual, inferior a lo
esperado, permitió que la inflación anualizada quedara a 8 puntos porcentuales
de distancia de la inflación de tres dígitos. En 12 meses Argentina acumuló una
inflación de 92,4%. Por lo tanto, con este dato arriba de la mesa, cambian las
proyecciones hacia el mes de diciembre. Se suponía que íbamos a terminar el año
con una inflación anualizada superior al 100,0%. Para que dicha suposición se
cumpla, deberíamos experimentar una inflación mensual en diciembre del 8,0%, lo
cual no creemos que suceda. Si bien, por cuestiones estacionales, la inflación
de diciembre será superior, el 4,9% de noviembre empuja el promedio para abajo.
Seguramente diciembre alcance una inflación mensual entre el 6,0% y 7,0%, por
lo que, anualmente alcanzaríamos una inflación anual entre 96,0% y 98,0%.
De todas formas, desde nuestro
punto de vista, este dato no descarta la posibilidad de alcanzar una inflación
anual de 3 dígitos ya que consideramos que, más temprano que tarde, se
alcanzará en el año 2023.
Por otro lado, como dato
relevante, el INDEC también dio a conocer el avance del nivel de actividad. Al tercer
trimestre del año el PBI, medido a precios constantes, para quitarle cualquier
efecto inflacionario, experimentó un crecimiento de 5,9% respecto a igual
trimestre del año anterior. Respecto a los componentes del producto bruto
identificamos que el consumo privado se expandió 10,2% mientras que el público
se contrajo 0,1%, las importaciones crecieron 21,0% cuando las exportaciones
cayeron 4,6%. Por último, la partida de inversión mostró una expansión de
14,0%.
Respecto a la variación entre
trimestres, medido según la serie desestacionalizada, para quitarle cualquier
efecto estacional que puede haber entre los diferentes trimestres, se refleja
un crecimiento de 1,7% respecto al segundo trimestre del año.
Las principales proyecciones
indican que, este año, la economía argentina podría experimentar un crecimiento
en torno al 5,0%, fundamentado principalmente en el arrastre estadístico que dejó
el año anterior. Los resultados de los tres trimestres van en línea con tales
proyecciones. La preocupación gira en torno en el año próximo. Se cree que el
PBI, durante el año 2023, podría experimentar una contracción en torno al 1,0%
o 2,0%. Su supone que el año 2022 no dejaría arrastre positivo por lo que, para
crecer durante el 2023, debería ser todo mérito de la evolución de las
variables a lo largo de dicho año. No olvidemos que, el año próximo, es año
electoral, situación que complicará y mucho el panorama, sumado a que, el mundo
en general y economías en particular como la de Estados Unidos, se cree que
también podrían entrar en recesión.
Hablando de la economía
norteamericana, recientemente conocimos el dato de inflación al mes de
noviembre. Al igual que ocurrió en Argentina, el dato oficial resultó inferior
al mes anterior, así como también, por debajo de las expectativas de mercado.
La inflación mensual fue 0,1%, mientras que la anual fue 7,1%. Con dicho dato
en mano la Reserva Federal resolvió subir la tasa de interés de referencia de
corto plazo al 4,5%, es decir, experimentó un crecimiento del 50 puntos
porcentuales, en línea con lo que venía realizando. Se cree que la FED
continuará subiendo la tasa hasta tanto la misma sea positiva contra la inflación,
por lo que, todavía le queda un recorrido alcista. Esa postura de la FED genera
incertidumbre en el mercado ya que, cada suba de la tasa, si bien puede ayudar
a combatir la inflación, atenta contra el crecimiento de la economía real. La
tasa de interés de Estados Unidos actúa como una aspiradora de fondos por los
seguro del instrumento. A medida que la tasa sea mayor, más fondos serán
destinados a ese tipo de inversiones y no a la economía real, lo cual podría
propiciar a una contracción de la economía norteamericana, entre otras cosas.
Que una economía como la de
Estados Unidos entre en recesión posiblemente genere un efecto derrame o
contagio en otras economías del mundo, especialmente en aquellas que dependen
del gigante norteamericano.