17Ene
Gente joven
17/01/2023 - Gente joven
Pymes
Falta de insumos, sequía y ruido electoral marcan la agenda 2023.
Las entidades piden que se
atiendan los reclamos del sector. La liberación de importaciones para producir
están a la cabeza de las demandas.
Las pymes argentinas comenzaron
el año con una agenda llena de demandas y preocupaciones. El año electoral, las
restricciones a las importaciones, la sequía y la inflación encabezan el
ránking de las urgencias.
Sin embargo, referentes de
diversas entidades empresarias pymes destacan que el impulso del mercado
interno y una historia hecha a base de resiliencia hará que las empresas
crezcan a pesar de todo. Tanto el comercio, la industria, como las economías
regionales esperan un 2023 con una macro algo más ordenada que sostenga el
consumo.
UN 2022 LLENO DE OBSTÁCULOS
El 2022 fue un año problemático.
Si bien comenzó a todo vapor a caballo de la reactivación pospandémica de 2021,
la crisis cambiaria de mitad de año funcionó como un parteaguas en la economía
y que provocó, entre otras cosas, un cambio de ministro de Economía para poner
en caja las variables macroeconómicas, como la inflación que se disparó a
niveles cercanos al 100% anual.
Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), dicen que hay que
separar el año en dos partes. El primer trimestre comenzó con una
expectativa positiva, pero ya en el segundo semestre comenzó la inestabilidad
macroeconómica con un julio y agosto muy malos, donde no había siquiera precios
de referencia. De hecho, por primera vez en muchos años, no pudimos dar las
estadísticas de ventas minoristas del mes de julio porque no teníamos precios
de referencia. Luego tuvieron cinco meses consecutivos de bajas en las ventas,
hasta que recién en diciembre tuvimos un dato positivo.
No obstante, en líneas generales,
coinciden todos que para las pymes las cosas no fueron tan mal.
Desde la
Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA), destacan que fue un
año bastante mejor que 2021 que continuaba con el arrastre de la pandemia. Desde octubre de 2021 hacia adelante fue recuperándose hasta agosto de
2022. En ese tiempo se fueron ocupando los locales que se habían desocupado el
año anterior. El comercio comenzó a reactivarse, la industria estuvo bien,
salvo algunas empresas que no pudieron conseguir los insumos para las fábricas
y exportar. Pero en un balance fue positivo.
Pero la inflación
perjudicó mucho ese crecimiento. Las paritarias que se abrieron allá por
abril quedaron desfasadas y si la gente no tiene dinero en el bolsillo se
enfría la economía, como pasó en septiembre octubre y noviembre. Diciembre
anduvo muy bien cerramos un año bueno. La gente compró. Ayudó el bono y las
herramientas con la cuenta DNI del Banco Provincia que tenía ofertas con
descuentos del 50%.
FALTA DE INSUMOS
Una constante entre los reclamos
del sector al Estado Nacional es la demora o falta de permisos para la
importación de insumos para la industria. Si bien, hay comprensión de que estas
restricciones tienen que ver con la falta de dólares, la queja es que frenó el
crecimiento de muchas empresas, e incluso dificultó exportaciones.
Desde Industriales Pymes Argentinos (IPA), dicen que, si bien para industria el saldo
del 2022 fue positivo, la falta de dólares derivó en la falta de insumos,
materias primas, equipamientos y maquinarias por lo que muchas empresas no
pudieron producir. Incluso algunas que han comprado y no han podido
importar.
Y destacan que aunque muchas
invirtieron en nuevas tecnologías para satisfacer una demanda creciente y en un
mercado donde abunda el trabajo, no pudieron concretar sus proyectos por las
trabas.
Un ejemplo, señalan, es el
caso de los fabricantes de cables para la industria automotriz. No les
permitían importar cobre porque no les autorizaban a girar anticipado, pero en
el exterior ningún productor de cobre entrega sin pago anticipado. Así no se
pudo entregar a las terminales y se impidió la sustitución de
importaciones.
Lamentan la ruptura de la
cadena productiva que así se produce, lo que hace que muchas empresas
frenen las inversiones o no tomen personal.
SEQUÍA DEVASTADORA
Para las economías regionales y
diversos sectores de la industria alimentaria, hubo un elemento adicional que
provocó grandes pérdidas en todo el país, la sequía que afecta aún todo el
territorio fue devastadora para un gran número de pymes relacionadas al agro.
Desde la
Unión Industrial de Tigre y director de DUSEN y DMC Agroindustrial, pusieron en
evidencia esta situación.
Vinculados a la actividad agropecuaria, con una planta de procesamiento en el norte argentino, argumentan que fue un sector fuertemente afectado por la sequía, las economías regionales estuvieron muy complicadas. Los cultivo de chía, de garbanzos, de lentejas, de arvejas se complicaron y todos esos productos se dispararon de precio.
Lo peor, es que no
hay una perspectiva de mejora inmediata. Hace unos cincuenta días llovió y
muchos de animaron a sembrar, pero siguió una seca horrible. Lo que viene para
adelante en este sector, seguirá siendo muy complicado. Con el adicional que
hay problemas con el abastecimiento de insumos. No nos olvidemos que tuvimos un
2022 con muchos problemas con el abastecimiento de gasoil hace seis meses y
hace cuatro otra con los neumáticos. Y los seguimos teniendo. Y ahora faltan
muchos otros insumos por las restricciones a las importaciones, aunque entiendo
que las autoridades nacionales lo saben y están trabajando en eso, pero los
problemas existen.
Respecto a la industria agroalimentaria, ve un panorama similar en algunos rubros, Hay falta de mercadería.
Poco comino, poco ají, poco perejil. coriandro, lino. El clima afectó muchísimo
a toda la cadena. Entonces se combinó que con los faltantes internos y
faltantes externos por las restricciones, así en muchos casos los precios se
dispararon, no porque el productor argentino es malo. Sino porque el mercado
funciona en todo el mundo así.
PESPECTIVAS 2023
El mundo pyme es por naturaleza
optimista. Todos los entrevistados para este artículo tienen confianza en que
el 2023 mejorará y pusieron énfasis en la resiliencia, fuerza de voluntad y
espíritu que caracteriza a los empresarios locales.
Tenemos que ser positivos y
estar esperanzados los que estamos en entidades empresarias porque todos los
días tenemos que levantar la cortina de nuestras empresas.
Sin embargo, el reclamo es
también unánime: reglas de juego más claras y perspectiva de largo plazo que
permita la planificación.
Reclaman que se reactive
el dialogo para que no lleguen a un cuello de botella. Entendemos la
situación del país, pero también hay que entender el contexto internacional.
Hoy con los conflictos que hay los plazos para importar los insumos por una
cuestión logística aumentaron. Ya no alcanza con 30 días. Ahora se necesitan 60
a 90 días. Si no se cuenta con previsibilidad podemos quedarnos sin
insumos.
Piden un alivio de
cargas: Ahora le van a sacar los subsidios a las privatizadas, pero todo eso va
a ir a los precios, porque sino todo sale del mismo bolsillo. No nos olvidemos
que hay un 40% de la economía en negro. Siempre el 60% banca al 100%. Y si no
miran eso va a haber problemas siempre.
El
2023 va ser bueno, con mucho trabajo. Pero lo que habría que hacer dialogar más. Están en
condiciones de sustituir importaciones, pero no lo podemos hacer por la falta
de dólares, de insumos. Se necesita que las pymes puedan importar insumos
libremente para bajar costos y poder producir. Son los sectores a los que hay
que priorizar, porque son parte de la cadena productiva del país. Si una parte
de la cadena no consigue insumos se puede romper la cadena productiva.
Otro tema, es el de las
exportaciones. Hay empresas que compran y venden al valor de dólar
oficial, pero sus costos de producción son al valor de la economía doméstica y
esos valores aumentaron el doble y el dólar no acompañó. Alguien que exporta se
ve muy afectado porque el tipo de cambio no acompaña a la inflación.
Hay que corregir
rápidamente el riesgo de que se paralice la producción por falta de insumos.
Hay que trabajar sector por sector y empresa por empresa. Entendiendo que hay
empresas industriales, de comercio y de servicios con realidades distintas.
Que, incluso, tienen intereses cruzados.
Destacan que el
2023 como un año electoral será ruidoso. Pero como miembros de entidades
empresarias tienen como tarea ser optimistas, pero al mismo tiempo de aspirar
a conversar con el Estado para ordenar un poco las políticas destinadas al
sector. No ya a cambiarlas, pero al menos a ordenarlas.