
21Ago
Me gusta el campo
21/08/2023 - Ignacio Iriarte
Con la devaluación, la menor oferta de hacienda ya está entre nosotros
En menos de un mes, el
precio de la hacienda sube un 60%, y los errores no forzados del Gobierno
(dólar maíz, devaluación, amenazas de cierre de exportaciones) logran adelantar
para agosto la restricción de oferta que se esperaba para septiembre, con el
comienzo de las lluvias.
Hay una oferta mucho menor
de novillos y vacas, y muchas empresas exportadoras adelantan vacaciones o
reducen la faena a un menor número de días a la semana: la suba del precio de
la vaca y del novillo supera con creces los beneficios de la devaluación.
La hacienda no está y no
vale la pena presionar sobre una oferta tan reducida.
Con algunas semanas de
adelanto, y pese a la falta de lluvias, la restricción de oferta que se
esperaba para el principio de la primavera ya está entre nosotros.
La incertidumbre por las
medidas del Gobierno, por la devaluación y por el resultado de las elecciones
también contribuye a que haya una oferta ganadera irregular, pero que se ubica
claramente un escalón por debajo de unas semanas atrás.
El nivel actual de precios
reales, de mantenerse, es inesperadamente alto: en los últimos 12 meses el
novillo en el mercado agroganadero de Cañuelas subió un 185%, contra un aumento
del 120% del IPC.
La restricción de oferta y
la firmeza de los precios podrían mantenerse si se producen lluvias
“generalizadas, abundantes y sostenidas”, y si el panorama electoral sigue
incierto.
El alto costo de la
reposición también contribuye a la restricción de la oferta ganadera.
Se trata de un cóctel
explosivo, que el Gobierno con sus errores contribuyó a elaborar durante estas
últimas cuatro semanas; lo que se esperaba para septiembre llegó en agosto.
No habría que dejarse
engañar por la ilusión monetaria, pero estos precios de la hacienda resultan
–en términos reales– similares a los del otoño de 2022, que fueron de los más
altos de la historia.
De todos modos, habrá que
ver si a estos valores de la hacienda no se los come el “fogonazo”
inflacionario en las próximas semanas.
Además, habrá que esperar la
respuesta de los consumidores, con precios al mostrador 60% más altos que hace
un mes.
Y también el comportamiento
de la exportación que, dado el nivel de pérdidas operativas que está sufriendo
con los nuevos precios de la vaca y del novillo, seguramente reducirá su
demanda de estas categorías.
De cualquier manera, por
varias semanas prevalecerá una oferta reducida y una marcada incertidumbre.
Con la llegada de las
lluvias, y la continuación del proceso devaluatorio –que recién empieza–, el
mercado se complicará aún más que ahora.
Veremos cómo será este país
y la ganadería cuando se acaben los dólares en serio.
ACTIVIDAD EN LOS FRIGORÍFICOS
En julio cayó la faena
diaria de vacas (-11%) y de novillos (-10%) con respecto al mes anterior,
siendo leves las bajas con respecto a junio en el nivel de vaquillonas y de
novillitos.
En agosto se estaría
acentuando la caída de la oferta de novillos y vacas. El acumulado de
enero-julio, muestra un aumento de la faena del 13% con respecto a los primeros
siete meses del año pasado.
La matanza de vacas refleja
un preocupante incremento del 18%, y la de vaquillonas un 15%.
La faena de novillos,
siempre en el período enero-julio, muestra un aumento del 4,5%, y la de
novillitos un 15,2%.
La producción de carne
vacuna ha caído más (10%) que la faena, al bajar el peso medio por animal
faenado de los 230 kilos en enero-julio del 2022, a los 226 kilos este año,
índice muy afectado por la alta proporción de vacas y novillos livianos en la
faena.