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Para pensar

16May

Para pensar

16/05/2025 - Julián Ignacio Muntane

Producción industrial



La producción industrial se amesetó. La manufactura es un caleidoscopio de sectores en crecimiento y en caída.

A nivel general, la producción industrial creció un 5,2% interanual si comparamos marzo 2025 con marzo 2024. Sin embargo, cuando calculamos el arrastre estadístico, tenemos una caída del 5,5%. Esto nos dice que, si bien la producción está mejor a marzo 2025 que marzo 2024, comenzó a empeorar en los últimos 3 meses. La caída mensual desestacionalizada fue del 4,5%.

Desde una perspectiva personal, considero que la principal causa de la reducción de la producción se debe a las altas tasas de interés que imperan en el mercado, y la negativa de los manufactureros a ponerse en sintonía con el nuevo modelo económico.

A pesar de que los créditos se volvieron sumamente caros, muchos siguieron tomando deuda en pesos a tasa fija, extrapolando los resultados del pasado. Pero resulta que la inflación se redujo, las tasas nominales cayeron, y hoy están comenzando a liquidar activos para tener que pagar las secuelas de un apalancamiento que no resultó.

Esto lo podemos ver, por ejemplo, en el deterioro de las necesidades de crédito y expectativas de demanda interna. Desde inicios del 2025, el 47% de los industriales consideraban que iban a necesitar tomar más crédito, mientras que hoy ese número se redujo al 39%. Por otra parte, en febrero 2025, el 32% de los empresarios tenía como expectativa un aumento de la demanda interna, y hoy solamente el 27% considera eso. Por otro lado, el grupo de los que consideran que la demanda se va a mantener igual pasó del 38% al 44%.

Por lo tanto, la combinación de pesimismo en ventas, falta de adaptación al modelo y crédito caro (doloroso de cancelar, y que carcomió una importante parte de los beneficios) hizo que la producción general permanezca estancada.

Ahora bien, si nos detenemos a mirar por sector. Tenemos varios rubros a los que les está yendo bien, y están en niveles máximos. Si medimos por arrastre estadístico, tenemos como sectores que aportan al crecimiento como producción de lácteos (+6,1%), molienda de cereales (+6,0%), producción de yerba (+1,1%), gaseosas (+7,4%), aluminio (+2,3%), y motocicletas (+24,5%). Por otra parte, los sectores que tuvieron caídas en su arrastre están la producción de vino (-19,8%), la fabricación de productos textiles (-17,3%), las prendas de vestir (-12,3%), la refinación de petróleo (-4,1%) anclada por el gasoil, y productos químicos (-6,4%).  

 








Conclusión

La industria atraviesa una fase de estancamiento, marcada por un contexto financiero adverso y una falta de adaptación empresarial al nuevo entorno económico. Si bien algunos sectores muestran dinamismo, el panorama general revela un debilitamiento sostenido que pone en evidencia la necesidad de ajustes estructurales y estratégicos para reactivar la producción.


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